Hija de Inmigrantes

La vida de la segunda generación de inmigrantes

La historia de un inmigrante no termina con el inmigrante, continúa con sus hijos. Aunque los hijos de inmigrantes pueden no enfrentar las mismas dificultades que sus padres, también enfrentarán una serie de retos.

Siendo yo misma hija de inmigrantes, quise explorar las perspectivas de otros, así que le pregunté a tres personas acerca de sus experiencias creciendo en los Estados Unidos, con uno o dos padres inmigrantes.

Simran es ciudadana americana de primera generación, su madre vino de Canadá y su padre de India. Ella siempre ha vivido en los Estados Unidos, pero reconoce que la historia de su familia ha influenciado su forma de ver la vida. Con el paso del tiempo, lo que sus padres vivieron fuera de los Estados Unidos también ha afectado sus valores. Practicar una religión étnica expandió su visión del mundo y la expuso a diferentes tradiciones culturales que son poco comunes en los Estados Unidos. La condición de inmigrantes de sus padres, la ha inspirado a perseguir logros académicos y le hace consciente del impacto que puede tener sobre el mundo.

Aunque es común que en muchas familias ambos padres hayan llegado a los Estados Unidos de otro país, en otras solo uno de ellos inmigró directamente. Por ejemplo, la familia de mi mamá ya lleva tres generaciones en los Estados Unidos, mientras que mi papá nació en Panamá e inmigró cuando era un niño.

La madre de Brenda inmigró de México, mientras que su padre nació en los Estados Unidos. Ella siempre ha estado orgullosa de aprender de su herencia mexicana y de su habilidad para ver el mundo desde otra perspectiva. Ella cree que el estatus de inmigrante de su madre le permite conectar más fácilmente con comunidades Latinas y de primera generación, lo que le ha generado oportunidades a nivel educativo y en la construcción de relaciones. También es más consciente de las políticas que rodean el tema de la inmigración, lo que la impulsa a ser más activa con relación a los problemas políticos y sociales asociados a esta.

El padre de Ella nació en Europa, mientras que la familia de su madre a vivido en los Estados Unidos por muchas generaciones. Mientras crecía, ella no se dio cuenta que su padre era “diferente” hasta que sus amigos le hicieron notar su acento, preguntándole de dónde era. Para su padre, aprender idiomas y probar otros tipos de comida fue parte importante de su adaptación. A pesar de la dificultad de aprender otro idioma, Ella agradece la perspectiva cultural que esto le brinda y el impacto que tiene para su futuro.

Mientras crecía, nunca me pregunté como la historia de inmigración de mi pare había afectado mi vida. Mi abuelo paterno estuvo en el ejército, así que mi papá se mudaba de casa frecuentemente cuando era joven, incluso llegó a vivir en Alemania por un tiempo. Su exposición a muchas culturas distintas me ha generado curiosidad por aprender otros idiomas y explorar otras culturas yo misma. Cuando mi papa empezó a trabajar como abogado de inmigración, aprendí rápidamente la importancia de esta, su efecto en mi vida y en la forma en la que se maneja este país. Para mí, el tema de la inmigración es vital, y la historia y el trabajo de mi papá en esta área ha influido mucho mis creencias.

Cada historia tiene distintos retos y aprendizajes. Muchos hijos de inmigrantes, como Simran y Brenda, se sienten presionados para hacer que sus vidas honren el sacrificio hecho por sus padres al inmigrar. Aunque esto les ha impulsado desarrollar su potencial, las expectativas pueden llegar a ser abrumadoras. A pesar de la presión que esto les genera, sienten mucha gratitud hacia sus padres, y como hijos de inmigrantes reconocen y valoran las dificultades que conlleva la inmigración.

Aiyana Armstrong (Traducido al español por Marcela Marin)